Una insólita historia sobre el supuesto hallazgo de dólares irrumpió en medio de la campaña
RÍO GALLEGOS.- Una insólita historia irrumpió en medio de la campaña electoral. Se mezclan datos de un irresuelto caso policial con el supuesto hallazgo de un fajo de dólares termosellados. El suceso involucra a familiares de un hombre de confianza del diputado nacional Máximo Kirchner. El supuesto descubrimiento en un inmueble en pleno centro de Río Gallegos ocurrió durante la búsqueda de una mujer desaparecida hace 107 días y sobre la cual no hay muchos avances en la causa. Los dichos de una de las partes generó una ola conjeturas y repercusiones que tocan el poder político. Testigos directos de la pesquisa relataron a LA NACION dos versiones opuestas de los hechos.
“Yo vi cajas marrones como de archivo, apiladas, por lo menos diez, con pequeños cortes. Había una semiabierta, cuando la abro veo los fajos termosellados de dólares, mis perros que estaba afuera del lugar enloquecían por el olor, dado que es uno de los olores para los que están adiestrados”, contó a LA NACION Marcos Herrero, adiestrador de perros que suele ser perito de parte en resonantes casos policiales.
El hecho al que se refiere Herrero habría ocurrido el 11 de julio pasado mientras realizaba una inspección con sus perros, como perito de parte, en la causa en la que se busca a Marcela López, una mujer de 61 años desaparecida, sin dejar muchas huellas, el 22 de mayo pasado. Desde ese día sus hijas la buscan y descreen que su madre se haya quitado la vida, como marca la principal hipótesis de la causa.
Sin embargo el supuesto hallazgo se conoció el último jueves, cuando el abogado querellante por la familia de Marcela López, Jorge Trevotich presentó una denuncia en la justicia federal donde informó un hecho, que hasta ahora, no figuraba en la causa que instruye la justicia provincial, según confirmaron a este medio fuentes con acceso a la causa. Según Trevotich, el dato se mantuvo en reserva, con acuerdo del dueño de la propiedad donde ocurrió el hallazgo.
Tras los rastrillajes infructuosos que se realizaron por cielo, mar y tierra las hijas de Marcela López, contactaron como perito a Herrero, quien con la autorización de la jueza de la causa, Valeria López Leston, el 9 de julio pasado realizó un primer recorrido con sus canes adiestrados que se inició en la costanera local y llegó hasta un inmueble del cerrajero José Luis Balado ubicada en el centro de la ciudad.
Balado y Marcela López habían sido pareja durante un tiempo, lazo que se interrumpió meses atrás. Al llegar a la vivienda, según relata Herrero a LA NACION, recibió una llamada desde el juzgado que lleva la investigación, ordenándole no ingresar al domicilio porque el mismo ya había sido allanado días pasados sin encontrar nada. “Mis perros me indicaban que allí había algo y quieren entrar a la casa, pero como nos dijeron que no podíamos seguir, suspendimos hasta el día siguiente para contar con la autorización de la Justicia”, explicó el adiestrador a este medio desde Viedma, donde reside habitualmente.
Al día siguiente la jueza López Leston, pese a los pedidos del abogado de las hijas de López, Trevotich, se negó a autorizar un nuevo allanamiento al domicilio. Sin embargo, José Luis Balado, autorizó a las hijas de su expareja a entrar al predio en la búsqueda de rastros de su madre. En el terreno hay varios inmuebles: el local de la vieja cerrajería familiar, una suerte de depósito y una pequeña vivienda en el fondo del patio que se mantenía alquilada.
“Balado, permitió el acceso franco a su domicilio, sin saber que se iba a realizar una maniobra o pesquisa no autorizada legalmente por la Justicia”, afirmó a LA NACION el abogado de Balado, Hugo Ortiz. Durante el registro que el adiestrador realiza en el patio, los perros detectan un maxilar humano -que a posterior se descartó que fuera de Marcela López- y un llavero con pelos que fueron entregados a división criminalística. Ortiz afirma que fueron elementos plantados a su cliente.
Según relató el adiestrador, luego de que se retiró la policía con los elementos encontrados, sus perros marcaron al depósito que está en el predio familiar, que no es de José Luis Balado, sino de su hermano Mario, quien junto a su familia se mudó a Buenos Aires hace varios años, donde transita una difícil enfermedad, según explicaron fuentes que conocen el caso. “Yo aconsejé no abrir el lugar porque no había orden judicial, y es propiedad privada, pero mi cliente decidió mantener la palabra con las hijas de su expareja y si bien no tenía llave, con la habilidad que le da su oficio de cerrajero, les abrió la puerta”.
En este punto, las versiones cambian según quien la cuente. “Yo vi los dólares en los paquetes termosellados, estaba oscuro y nos iluminábamos con la luz del celular de la hija de la señora Lopez, vimos mas cajas envueltas en bolsas negras, pero no tocamos nada, y se lo mostramos al abogado Trevotich”, explica el adiestrador de perros a LA NACION. Pero no hay fotos del hallazgo según explicó el adiestrador.
Relaciones con el poder
Del supuesto hallazgo el abogado Trevotich no informó en un primer momento a la justicia provincial, según la versión que dio en varios medios, por pedido del propio José Luis Balado, quien le había asegurado que el lugar era de su hermano y su sobrino Mario Balado. Este último fue designado en mayo pasado por Máximo Kirchner como administrador de los bienes de la familia Kirchner, tal como lo informó LA NACION.
Sin embargo, la historia del hallazgo es negada por otro de los participantes del episodio. “Estuve allí porque me pidió mi representado, pese a que yo le había recomendado que no habrá las puertas a una inspección que no era legal”, afirmó a LA NACION el abogado Hugo Ortiz.
Y afirmó: “Es un depósito de mampostería, que tiene el hermano de mi cliente en el terreno, no es un lugar habitable, entró el adiestrador y la hija de la señora Lopez, yo entré también miré y no había ni dólares ni cajas, ni nada a lo que ahora hacen referencia. Lo que ahora cuentan es totalmente falso, esto que cuentan ahora, no pasó. Si eso hubiera ocurrido o lo hubiéramos encontrado, hubiéramos tenido que denunciarlo a la justicia”, afirmó a LA NACION, el abogado Hugo Ortiz.
El abogado que representa a José Luis Balado atribuye las versiones a parte de una estrategia de Trevotich para entorpecer la causa y culpar a su representando de la desaparición de la mujer. “Del supuesto hallazgo de dólares, que supuestamente pasó mientras yo también estaba allí me entero recién el jueves cuando el doctor Trevotich va a la justicia federal a denunciar el hecho y pedir que se investigue el caso”, afirma Ortiz.
Ahora, la justicia federal analiza si le da curso a la denuncia de Trevotich, quien asegura que Balado afirmó que Marcela Lopez fue secuestrada, versión que su abogado también niega. “El teléfono de Balado fue peritado íntegramente y no encontraron nada que lo involucre” afirmó. “Es una historia desopilante y descabellada”, afirma Ortiz.
El abogado Trevotich hizo circular un video donde días posteriores al hecho, tras una suerte de vigilancia que ordenó sobre el lugar, se ve como en un corsa color gris, sacan cajas del domicilio, de similares características, de las marcadas por el adiestrador de perros, la hija de Lopez y el propio abogado Trevotich. Según fuentes de la causa le confirmaron a este medio, el corsa gris era manejado por el inquilino del predio, que tras los allanamientos, decidió mudarse a otro lugar de Río Gallegos.