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Por Nelson Rentería y Anthony Esposito

SAN SALVADOR, 7 sep (Reuters) – La histórica adopción el
martes del bitcóin como moneda de curso legal en El Salvador
estuvo plagada de problemas iniciales, ya que una protesta de
ciudadanos desconfiados, fallas tecnológicas y una caída en la
criptomoneda empañaron el lanzamiento.

La medida que encabeza el popular presidente Nayib Bukele,
de 40 años, tiene como objetivo permitir que los salvadoreños
ahorren los 400 millones de dólares que gastan anualmente en
comisiones por remesas, en su mayoría enviadas desde Estados
Unidos.

Solo el año pasado, las remesas a El Salvador ascendieron a
casi 6,000 millones de dólares, o el 23% de su Producto Interno
Bruto (PIB), una de las proporciones más altas del mundo.

Los sondeos muestran que siete de cada 10 salvadoreños son
escépticos sobre el uso del bitcóin y desconfían de la
volatilidad de la criptomoneda que, según críticos, podría
impulsar el lavado de dinero y aumentar los riesgos para las
instituciones financieras.

El martes, más de 1,000 salvadoreños marcharon rumbo al
Congreso para protestar por la adopción de la criptomoneda
gritando «no al bitcóin, no al bitcóin». La protesta también
incluyó reclamos por la independencia de poderes y un fallo de
la Corte Suprema que permite la reelección presidencial.

No obstante, algunos se mostraron optimistas.

«El Salvador está dando un gran paso hoy», dijo Carlos
García, quien se dirigió a un puesto en un centro comercial de
San Salvador para dar consejos sobre cómo funcionaría la nueva
moneda.

Mientras tanto, los más pobres pueden tener dificultades
para acceder a la tecnología necesaria para que el bitcóin
funcione en El Salvador, donde casi la mitad de la población no
tiene acceso a internet. «Voy a seguir sufriendo con o sin
bitcóin», dijo el vendedor de dulces José Herrera, quien dijo
que tenía problemas para acceder a un teléfono móvil.

En el período previo al lanzamiento, el Gobierno ya había
estado instalando cajeros automáticos de su billetera digital
denominada «Chivo», que permitirá que la criptomoneda se
convierta en dólares y sea retirada sin comisión.

A las pocas horas de la puesta en marcha, el servicio tuvo
que ser interrumpido por los «problemas de instalación» que
tuvieron algunos usuarios, reveló el mandatario en Twitter.

«El sistema está desconectado mientras se aumenta la
capacidad de los servidores. Es un problema relativamente
sencillo, pero no se puede arreglar con el sistema conectado»,
detalló. «Mejor despacio y con buena letra», agregó.

En las primeras horas del martes, la billetera digital
salvadoreña no había aparecido en las plataformas de descarga de
aplicaciones de Apple Inc, Google y Huawei,
lo que provocó una serie de tuits de Bukele, uno de ellos con un
emoji de «enojado». Al mediodía, ya estaba disponible en Apple.

El lunes, el gobernante había pedido paciencia en un intento
por moderar las expectativas de resultados rápidos.

«Como toda innovación, el proceso del Bitcoin en El Salvador
tiene una curva de aprendizaje. Todo camino hacia el futuro es
así y no se logrará todo en un día, ni en un mes», explicó
Bukele en Twitter, una plataforma que usa a menudo para
expresarse, informar sus logros o criticar a opositores.

Además, varios usuarios en redes sociales mostraron fotos de
comercios que ya aceptaban la criptomoneda en el país, desde
pequeños restaurantes, hasta tiendas de tatuajes, pasando por
grandes cadenas como McDonald’s, Starbucks y Pizza Hut.

Volátil

Entre el lunes y martes, El Salvador adquirió 550 bitcoines,
lo que hizo subir momentáneamente el precio del criptoactivo en
la víspera y caer en el primer día de la adopción. La moneda
ha sido notoriamente volátil. En abril subió a más 64.000
dólares y cayó a 30.000 dólares en mayo.

El martes, se desplomó un 9% mientras que ethereum, la
segunda criptomoneda más cotizada, también retrocedió 9% luego
de haber tocado máximos históricos.

«Podemos asumir que (el retroceso de bitcóin) es un tema que
tiene que ver con la cuestión técnica dado que los 51,200
dólares es un precio donde podemos encontrar una resistencia
interesante en el largo plazo», opinó Cipactli Jiménez,
inversionista privado especializado en criptomonedas.

«Esta decisión de El Salvador está desafiando muchos de los
criterios del mercado tradicional y de alguna manera atenta
contra la estabilidad de lo que conocemos el día de hoy (…) y
eso termina espantando a muchos inversionistas, por eso la caída
tan importante en muy poco tiempo», agregó.

Opositores sostienen que el anonimato de bitcóin podría
ayudar a incrementar el lavado de dinero y citaron una lista de
funcionarios corruptos que el Departamento de Estado reveló en
julio y que implica a 14 salvadoreños, incluyendo a la jefa del
gabinete, Carolina Recinos.

Algunos analistas temen que el hecho de que el bitcóin sea
moneda de curso legal junto con el dólar estadounidense podría
enturbiar las perspectivas de la búsqueda de El Salvador para un
acuerdo de financiamiento de 1.000 millones de dólares con el
Fondo Monetario Internacional (FMI).

Después de que se aprobó la ley de bitcoines de Bukele, la
agencia de calificación Moody’s rebajó la calidad crediticia de
El Salvador, mientras que los bonos del país denominados en
dólares también se han visto presionados.

(Reporte de Anthony Espósito en Ciudad de México y Nelson
Rentería en San Salvador; Reporte adicional de Corresponsalía
México; Escrito por Diego Oré; Editado por Miguel Angel
Gutiérrez, Raúl Cortés Fernández, Gabriela Donoso y Carlos
Serrano)