Desaprovechar oportunidades, esa maldita nueva costumbre que persigue a Independiente
Una primera media hora para entusiasmar y un final de partido aceptable. En medio, un páramo futbolístico que denotó cierta falta de convicción para sostener con el juego una victoria parcial que significaba recuperar la punta del campeonato. Independiente desperdició ante River una excelente oportunidad para seguir creciendo y reafirmar una confianza en sí mismo que lleva largo tiempo en entredicho.
Lejanas ya las épocas de mística copera, el Rojo viene demostrando una peligrosa tendencia a fallar en esos partidos-bisagra que condicionan el destino de un equipo. El jugado frente al equipo de Gallardo es una muestra más. Se presentó River sin seis de sus titulares habituales, y aun así los entrenados por Julio César Falcioni no pudieran conquistar los tres puntos. Tampoco es la primera vez en el torneo. En la fecha inicial, Argentinos Juniors jugó con un elenco alternativo y se llevó un 0-0 de Avellaneda. Y cuando debió defender su puesto de líder, cayó 2-0 ante un Atlético Tucumán que sumaba cuatro partidos sin victorias.
Lo mejor de Independiente ante River
La cuestión se ha vuelto endémica y desde hace años el hincha de Independiente vive con el temor de que su equipo acabe fallando cuando llegue el momento de dar el golpe sobre la mesa. Es cierto, no se puede olvidar la Copa Sudamericana 2017 ganada en pleno estadio Maracaná, pero en el contexto general no es más que la excepción perfecta para confirmar una regla con varios ejemplos destacables. Este breve repaso permite demostrarla.
– Diciembre 2015. Final Liguilla PreLibertadores frente a Racing. Un 0-2 muy claro en la ida sentencia la serie. El Rojo venció 2-1 en la vuelta jugando con dos hombres menos, pero no le alcanza.- Junio 2017. El equipo de Ariel Holan llega a la Bombonera en pleno crecimiento futbolístico y la necesidad de un triunfo para meterse de lleno en la pelea por el título. Boca logra un 3-0 contundente.- Febrero 2018. Final de la Recopa frente a Gremio. Las expulsiones de Emmanuel Gigliotti en el encuentro de ida y de Fernando Amorebieta en Porto Alegre obligan al Rojo a disputar 140 de los 210 minutos de la serie con un jugador menos. La definición por penales certifica la derrota.- Mayo 2018. Última fecha de la Superliga. Independiente depende de sí mismo para clasificar a la Copa Libertadores 2019. Le vale un empate. Juega un pésimo partido con Unión en Santa Fe, pierde 1-0 y se queda afuera.- Octubre 2018. 4tos de final de la Copa Libertadores frente a River. Tras el 0-0 en Avellaneda, un gol de Silvio Romero a los 55 pone el 1-1 en el Monumental que permite pasar de ronda, incluso a pesar de las polémicas decisiones arbitrales. El Rojo intenta enfriar el partido. Los de Gallardo acaban ganando 3-1.- Copa Argentina 2019. Por primera vez en su historia, Independiente alcanza los 4tos de final del torneo, con varios de los grandes candidatos ya eliminados. Lanús le gana 2-0.- Diciembre 2019. 4tos de final de Copa Sudamericana, otra vez Lanús. El conjunto entrenado por Lucas Pusineri logra un prometedor 0-0 en La Fortaleza. En la revancha, a los 17 minutos el Granate ya está 2-0 y termina liquidando la serie por un claro 3-1.- Mayo 2021. Por primera vez desde el último torneo ganado a nivel local en 2002, el Rojo se asoma a la definición de un certamen. Colón de Santa Fe lo despide en semifinales con un 2-0 más inapelable en el juego que en el marcador.
Fabricio Bustos, lateral derecho de Independiente, festeja su gol ante River (Mauro Alfieri/)
No es sencillo encontrar los motivos para explicar una conducta que se repite en certámenes bien distintos, y con planteles y entrenadores muy diferentes entre sí. ¿Quizás influya la ansiedad que la escasez de alegrías genera en todas las instancias del club, desde la dirigencia hasta el último simpatizante? ¿Tal vez las limitaciones económicas que impiden contratar jugadores de mayor jerarquía? ¿O la sucesión de fallos arbitrales en contra que la gente del Rojo denuncia siempre que puede?
Podría ser un poco de todo esto, y hasta algunos otros motivos que Independiente haría bien en estudiar con profesionales en la materia para buscar una solución lo más inmediata posible. Porque mientras eso no ocurra, la situación tiende a empeorar, cada frustración aumenta el tamaño de la bola de nieve y las situaciones favorables siguen sin ser aprovechadas.
Como la de esta ocasión en el Monumental, que lo privó al Rojo de disfrutar de la punta y le hizo marcharse de Núñez con esa sensación amarga de haber dejado pasar una oportunidad ideal -otra más- para volver a pisar fuerte.