Volver a la plena vigencia de la Constitución Nacional
En las próximas elecciones debemos defender la democracia republicana y poner freno al populismo autoritario que tanto daño nos hace. Hay que evitar el avance sobre la autonomía e independencia del Poder Judicial y sobre el Ministerio Público Fiscal, que peligrosamente nos acercaría al modelo venezolano, donde se violan los derechos humanos, según el Informe Bachelet de las Naciones Unidas.
Debemos asegurar el cumplimiento de nuestra Constitución para que haya una justicia independiente y eficaz y libertad para todos para trabajar y producir. Sin éstas no hay democracia posible. El ideario de libertad sintetizado en las Bases de Alberdi dio origen a la Carta Magna. Ésta hizo posible la ansiada unión nacional, luego de años de desencuentros.
La Argentina en la época de la Organización Nacional encontró su rumbo y el camino del progreso. Hoy más que nunca debemos volver a esa Argentina próspera regida por la Ley Suprema y gobernada por grandes estadistas como Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Roca.
Bartolomé Mitre, como primer presidente de la Nación Argentina, fortaleció el Estado Nacional, completando la organización de los tres poderes del estado. Integró la Corte Suprema de Justicia con prestigiosos juristas independientes que no pertenecían a su partido. Con Mitre el país se unificó y así creció.
Sarmiento se destacó por el impulso dado a la educación y a las comunicaciones. Realizó el primer censo en 1869 donde la población total de la Argentina era de 1.877.490 habitantes y los analfabetos eran 1.100.000. La respuesta de Sarmiento fue la creación de escuelas y la formación de maestros.
Avellaneda inició la Campaña del Desierto y la concretó el general Julio Argentino Roca. Esta gesta hizo posible asegurar la soberanía de la Argentina en el sur e incorporar a la producción tierras fértiles que nos convirtieron en el granero del mundo y productores de la mejor carne. Todo esto gracias a los pioneros del campo que arriesgaban su vida en el medio del desierto dando lugar a la fundación de pueblos y ciudades, brindando trabajo y educación.
Con Roca se inició la Argentina moderna. En lo económico, desarrolló un modelo agroexportador, aumentando la superficie sembrada y extendiendo las líneas férreas para conectar todo el país. En 1884 promulgó la Ley 1420 de Educación Común, que estableció la obligatoriedad y gratuidad de la educación primaria.
La Generación del 80 tuvo un papel protagónico, con gobernantes capaces y honestos que pensaron en el Bien Común y no en sus propios intereses. Todo esto dio lugar a la primera ola inmigratoria promovida en Europa a través de agencias que aseguraban trabajo y educación a todos los habitantes del mundo. Se sancionaron las leyes de inmigración y de colonización.
Se promovieron las inversiones extranjeras, dando seguridad jurídica. La educación de calidad logró disminuir el analfabetismo, lo que unido al trabajo dio lugar a la formación de la clase media argentina, basada en el esfuerzo y el mérito.
La Argentina a principios del siglo XX llegó a estar entre los primeros países del mundo.
Lamentablemente años de populismo y autocracia han hecho mucho mal a nuestro país. Algunas veces han cercenado las libertades individuales y la tan preciada libertad de prensa o han violado el derecho de propiedad. También han demonizado al que piensa distinto, utilizando el clientelismo para someter a los más pobres y centralizando el poder. Las medidas populistas han ahogado la actividad privada, única capaz de generar trabajo genuino y riqueza. Esa forma de gobernar debilitó el sistema institucional argentino, destruyó la Escuela Pública y la cultura del trabajo y del esfuerzo.
Debemos mirar hacia adelante para construir el futuro y volver a esa Argentina promisoria. Para esto es imperioso volver a la plena vigencia de la Constitución Nacional.
La democracia republicana debe tener como único propósito el bien común y estar sujeta al estado de derecho para garantizar la protección de los derechos y las libertades individuales de todos.
El objetivo de la Constitución según Alberdi es fijar límites a los gobernantes. Para eso, es fundamental la división de poderes y una justicia independiente.
Es hora de defender la patria. La patria es nuestra identidad, es lo que construimos y soñamos cada día, no la hay sin los valores de la honestidad y el trabajo.
La corrupción, el egoísmo y la impunidad disuelven el sentido de patria. Al votar honremos nuestras tradiciones.
Abogado constitucionalista y productor agropecuario