Rosenkrantz habló sobre la definición de la presidencia de la Corte y las presiones externas

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, reivindicó la independencia del máximo tribunal y aseguró que su sucesor al frente del cuerpo será elegido por sus cinco integrantes sin injerencias externas de ningún tipo.

“Al presidente de la Corte lo elige los ministros de la Corte, no importan la opinión de la prensa ni de la política”, sentenció Rosenkrantz, quien aseguró que esa es un tradición que se remonta a 1930 y que no va a cambiar ahora, cuando deba designar a su reemplazante.

Además, el magistrado recalcó que “las decisiones de la Corte están para ser acatadas, como todas las sentencias judiciales”.

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Rosenkrantz finaliza su mandato como presidente del tribunal a fin de mes, cerrando un ciclo iniciado en 2018, cuando reemplazó en ese sitial a Ricardo Lorenzetti, que condujo el cuerpo durante once años a partir de 2007.

El juez también fue taxativo en rechazar el proyecto presentado por los diputados Emiliano Yacobitti (UCR) y Cristian Ritondo (Pro) con la intención de regular el sistema de elección del presidente de la Corte. “Viene a resolver un problema que no existe, porque no ha habido instancias donde los ministros no se hayan puesto de acuerdo respecto a la elección del presidente”, sentenció.

En un reportaje con el periodista Joaquín Morales Solá en el Canal TN, el magistrado admitió las críticas a la lentitud de la Justicia, pero consideró que esa situación no responde a una única causa imputable a los jueces. “Cuando los juicios son lentos creemos que es todo responsabilidad de los jueces. No es tan así”, afirmó.

Al respecto, destacó que “hay cuestiones procesales que no dependen de los jueces” y que también “hay prácticas del ejercicio de la profesión que dificultan la celeridad en los procesos”.

“El modo de mejorar requiere ciertos cambios organizacionales que la Justicia alguna vez debe encarar; algunos cambios procesales, que debe impulsar el Poder Legislativo, pero también el modo en que se ejerce la profesión y en que se imparte la educación legal”, agregó el ministro de la Corte, para quien “no hay solución mágica para hacer más expedito los procesos judiciales”.

Rosenkrantz también se manifestó como un férreo defensor de las garantías constitucionales y, en ese sentido, se pronunció en contra de quienes reclaman la prisión preventiva como forma de combatir la inseguridad.

“Las prisiones preventivas se justifican pero no pueden ser arbitrarias. Si no hay indicios para pensar que puede haber entorpecimiento de la función jurisdiccional, en principio, la prisión preventiva no debería decretarse”, aseguró.

En ese sentido, se manifestó contrario a quienes reclaman el punitivismo como fórmula para solucionar la cuestión de la inseguridad ciudadana. “La seguridad no se puede hacer al margen de la Constitución y la presunción de inocencia es un mandato constitucional”, aseguró.

Rodríguez Simón

En otro pasaje de la entrevista, Rosenkrantz ratificó su amistad de muchos años con Fabián Rodríguez Simón y que mantuvo contactos telefónicos con el exasesor de Mauricio Macri. Pero negó que en sus conversaciones haya hablado sobre causas relacionadas con el Grupo Indalo y los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa.

“Con Rodríguez Simón me une una amistad de muchísimos años, lo mismo que con (Mario) Quintana, que son dos amigos de muchos años, pero nunca hablé de estas cosas”, afirmó.

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Rosenkrantz reiteró así lo que declaró días atrás ante la juez María Servini, que investiga una denuncia sobre una supuesta persecución judicial a los empresarios kirchneristas por parte del gobierno de Mauricio Macri.

Por último, el magistrado destacó la labor de la Corte y la pluralidad de ideas y especializaciones de sus integrantes. “Esta pluralidad ha determinado una dinámica especial entre nosotros, en la que hemos sabido consensuar y hemos sabido disentir”, señaló, antes de destacar que, durante su presidencia, el tribunal siempre tomó decisiones por amplias mayorias.