Polarización: Fernández y Máximo Kirchner elevan la tensión con Macri como foco central de las críticas
Consolidar el voto propio y evitar la fuga hacia terceras fuerzas. Esos son los objetivos que persiguen los intentos por imponer una súper polarización con Juntos por el Cambio. Como en un juego de opuestos, preocupados por la apatía generalizada y el desencanto, el presidente Alberto Fernández y Máximo Kirchner desnudaron la estrategia oficialista para el sprint final de la campaña.
Mauricio Macri volvió a transformarse en el centro de las críticas de los principales estrategos del oficialismo. Esta decisión de confrontar con el expresidente es agradecida en el búnker de campaña opositor, donde enfrentan un escenario similar. Así, cuando restan cinco días para las PASO, las dos principales fuerzas políticas buscan explotar el enfrentamiento y así reducir el impacto de las terceras fuerzas como Florencio Randazzo y José Luis Espert, en la provincia de Buenos Aires; o de Ricardo López Murphy y Javier Milei, en la ciudad.
Alberto Fernández junto a Máximo Kirchner y Sergio Massa, hoy en Chacarita.
En las últimas horas, el Presidente acusó a Macri de “no valorar la democracia ni la institucionalidad”. Mientras que el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos apostó a la comparación: “Imaginen lo que hubiera sido [la pandemia] con Macri”. Un rato antes, el exmandatario describió a Fernández como “un mentiroso serial” y apuntó que con Fernández en el poder “se ha devaluado el valor de la palabra presidencial”. A esos cruces también se sumó el líder de La Cámpora. Munición pesada desde ambas trincheras.
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Tras varias semanas a la defensiva, producto de errores propios como el Olivosgate y las declaraciones sobre la maestra de La Matanza, el jefe del Estado decidió tomar la iniciativa política y se puso al frente de la campaña. “El objetivo es refrescarle a la gente porque nos votó hace menos de dos años. El desastre que dejó Macri aún está presente”, analizó uno de los hombres de confianza de Fernández.
Esta maniobra no sorprendió en el búnker de Juntos, donde también reconocieron que la presencia de Macri “suma” en las primarias. Eso sí, ese rol se redefinirá después del domingo, según anticiparon. Si bien desde Pro advirtieron que “la polarización la impulsa el Gobierno”, también admitieron que, en la ciudad, María Eugenia Vidal ingreso en modo polarizador por las dificultades para instalar su candidatura. Distinta es la campaña que desplegó Diego Santilli, centralizado en las críticas a la gestión de Axel Kicillof.
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“Macri levantó el tono de sus críticas, pero mantiene una coherencia que hoy le valora la gente”, dijeron cerca del expresidente.
La polarización con Macri no es una estrategia solitaria de Fernández. En esto están embarcados todos los popes del oficialismo. Hoy, por ejemplo, en un encuentro virtual con los candidatos del Frente de Todos en los 24 distritos, el jefe del bloque de diputados subrayó el desafío de “consolidar la fuerza en el Congreso de la Nación para que Alberto Fernández tenga las herramientas que nos permitan salir del desastre que nos dejó el gobierno de Macri y luego la pandemia”.
En esa línea, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, agregó: “En la pandemia pretenden esconder el fracaso de Macri y el enorme esfuerzo del gobierno nacional que hizo a lo largo de estos meses”.
Por la tarde, desde Quilmes, donde estuvo acompañado por la primera candidata a diputada del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, Máximo Kirchner volvió a cargar contra el expresidente y calificó a Santilli como “un nuevo caballo de Troya porteño”, quien, según dijo el referente camporista, se presenta en la provincia “para defender los intereses de la ciudad de Buenos Aires”.
Así, la polarización con Macri es la bandera que tomó el oficialismo para afrontar la última semana antes de las PASO legislativas, que serán el primer desafío electoral de su gestión. El Presidente aprovecha cada micrófono abierto para realizar un fuerte contraste entre su gestión y la de Cambiemos, con eje principal en la economía.
La última intervención del jefe del Estado también generó un fuerte rechazo cerca del expresidente. Fernández sostuvo que, como había adelantado Massa, Macri había pedido ayuda para para ordenar la economía.
“Cristina [Kirchner] recordó que esto fue tema de debate porque era dejarlo en evidencia frente a la sociedad del desastre que habían hecho o pensar en la Argentina y decir ‘paremos esto’. En nosotros primó el sentido de responsabilidad y lo ayudamos a que llegue al 10 de diciembre, a que la transición sea respetando las normas, y a parar eso que había disparado cuando después de las PASO dijo lo que dijo”, sostuvo el mandatario.
Esta frase cayó como una bomba entre los allegados a Macri. “Es un mentiroso”, dijo uno de los hombres que lo acompaña en su día a día desde que dejó la Casa Rosada.