Si la devastadora crisis sanitaria en la India, propulsada principalmente por la expansión de la variante B.1.617, preocupa a todo el mundo, a los países vecinos mucho más, por lo que han recurrido al cierre de fronteras y prohibiciones de viaje para evitar repetir la catástrofe en sus territorios, aunque algunos no lo han conseguido.

En Nepal, por ejemplo, la situación es trágica. Las infecciones estallaron a mediados de abril cuando la segunda ola en la India se aceleró, y los casos diarios ahora se cuentan por miles. Hasta ahora, el brote se centra en la capital, Katmandú, y en la ciudad fronteriza de Nepalgunj, en la provincia de Lumbini.

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El aumento de casos se debe en parte a los nepalíes regresan de la India, dijo a CNN el Dr. Krishna Prasad Poudel, director de la División de Epidemiología y Control de Enfermedades del país. Varias variantes, incluidas las que se detectaron por primera vez en la India y Gran Bretaña, se han identificado en pacientes nepalíes. Otros factores contribuyentes podrían ser los mercados abiertos, los espacios públicos abarrotados y los festivales donde la gente celebra sin mantener las precauciones de salud pública, agregó.

Los expertos en salud están preocupados porque Nepal, que comparte una frontera de 1751 kilómetros con la India, tiene una infraestructura de atención médica precaria y un acceso limitado a los recursos necesarios para salvar vidas, lo que genera temores de que el país esté mal equipado para hacer frente a un brote masivo como el que asola a su vecino del sur.

Los excursionistas caminan por un sendero en la ciudad de Namche Bazar en la región del Everest del distrito de Solukhumbu el 25 de abril de 2021 (Prakash Mathema/)

“La situación es realmente aterradora”, dijo al medio Mint Prakash Thapa, médico del hospital Bheri en Nepalgunj, e indicó que el lugar estaba inundado de pacientes con coronavirus que requerían cuidados intensivos y ventiladores. “Esta vez incluso los niños y jóvenes son traídos en estado crítico y los pacientes incluso duermen en el piso y los pasillos”.

Para frenar los contagios, el gobierno decretó un confinamiento total de una semana en Katmandú y otras ciudades principales, que entró en vigor hoy y podría extenderse otra semana, según informó Kali Prasad Parajuli, director de distrito de la capital a la agencia de noticias DPA.

El bloqueo prohibe el funcionamiento de todos los negocios y servicios, excepto los esenciales, mientras que también restringe el movimiento público innecesario en los tres distritos del Valle de Katmandú, Lalitpur y Bhaktapur. La policía instaló puestos de control y paraba hoy a conductores y peatones para verificar que cumplan las normas. Varios vehículos fueron incautados por desafiar las restricciones a la circulación. Los infractores o aquellos que no usen una mascarilla facial podrían enfrentar hasta un mes de prisión, una multa de hasta 500 rupias (7 dólares), o ambas, informó Al Jazeera.

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Mientras tanto, los vuelos nacionales e internacionales operaban según lo programado. El gobierno cerró las fronteras terrestres, pero los ciudadanos de la vecina India pueden ingresar con una prueba de coronavirus negativa y un comprobante de reserva de hotel para una cuarentena de 10 días.

El país de 28,6 millones de habitantes lanzó su campaña de inmunización en enero y aplicó vacunas a 1,9 millones de personas, todas provistas por la India y China. Pero los expertos en salud temen que su continuación esté en peligro después de que los funcionarios no consiguieran obtener más dosis de la India o de cualquier otra fuente.

Una trabajadora de la salud muestra un vial de la vacuna Covishield contra el coronavirus en un puesto de salud cerca de Lukla, Nepal, el 23 de abril de 2021

El Ministerio de Salud de Nepal ha registrado un total de 312.699 infecciones, con 30.209 casos activos, mientras que 3211 personas murieron por Covid-19 hasta el momento. El virus incluso se ha detectado en el campamento base del Monte Everest, disipando las esperanzas de una temporada en el techo del mundo que no se vea afectada por la pandemia.

Mientras tanto, Bangladesh, al este de la India, también vio cómo sus casos comenzaron a aumentar en marzo, alcanzando un pico a principios de abril que superó con creces todas las oleadas anteriores. Pero los casos han disminuido desde entonces en gran medida porque las autoridades impusieron un bloqueo estricto y suspendieron los viajes aéreos.

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El lunes, el país selló su frontera con la India durante dos semanas, aunque el comercio continuará.

Por otra parte, los suministros de oxígeno también se están agotando en Paquistán, que limita con la India al oeste. Los casos allí comenzaron a aumentar a principios de marzo, acelerándose hacia fines de mes junto con el brote en la India.

Las personas se reúnen para vacunarse contra el coronavirus con la fórmula de Sinopharm en el centro de exposiciones de Lahore, Paquistán, el 28 de abril de 2021 (Arif Ali/)

El país reportó ayer 201 muertes, su número más alto de muertes por Covid-19 en un solo día hasta la fecha. Más de 88.000 casos siguen activos.

El Ministerio de Salud del país confirmó que aún no ha identificado un caso de la variante india, pero por precaución todo tipo de viajes desde la India están prohibidos desde el 19 de abril.

En un discurso televisado la semana pasada, el jefe del Centro Nacional de Comando y Control sobre el coronavirus advirtió que el país había agotado el 90% de su suministro de oxígeno y se enfrentaba a una situación de “emergencia”.

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En respuesta, el gobierno pidió a las fuerzas armadas que ayudaran a hacer cumplir las pautas de Covid-19 e impuso una serie de nuevas restricciones, incluido el cierre de cenas al aire libre, gimnasios y escuelas. El país también prohibió todo turismo y viajes interprovinciales durante las fiestas de Eid en mayo, una de las fiestas más importantes del calendario islámico.

Pero el primer ministro Imran Khan ha sido cauteloso con los encierros, diciendo que quiere evitar ordenar uno “para salvar los medios de vida de los más pobres del país”. Sin embargo, advirtió, si la gente no seguía las pautas de seguridad, podría quedarse “sin otra opción”.