Bukele intenta solucionar problemas de implementación bitcóin en el salvador
Por Nelson Rentería
SAN SALVADOR, 8 sep (Reuters) – El presidente de El
Salvador, Nayib Bukele, intervino el miércoles para supervisar
de cerca el complicado lanzamiento de una aplicación de pagos
que respalda la adopción nacional de bitcóin como moneda de
curso legal, y pidió a los usuarios que informaran de cualquier
problema en su cuenta de Twitter.
Adoptando un lenguaje similar al de los departamentos de
tecnologías de la información (IT, por su sigla en inglés) en
las oficinas de todo el mundo, Bukele pidió a los usuarios que
cerraran y reiniciaran la aplicación si aparecía una pantalla de
error «nos encontramos en mantenimiento».
La histórica adopción de bitcóin como moneda de curso legal
por parte del país centroamericano se ha visto empañada por
problemas iniciales que han contribuido a una caída en el valor
de la criptomoneda a nivel mundial.
Bukele ha enviado una serie de mensajes de Twitter durante
las últimas 36 horas instruyendo a los usuarios sobre cómo
descargar la billetera digital Chivo, respaldada por el
gobierno, que promete transacciones sin comisiones y que espera
que sea adoptada por las personas no bancarizadas.
Durante la noche, el joven mandatario dijo que la aplicación
se desconectaba por segunda vez para «mejorar la experiencia del
usuario y los problemas que dio durante el día».
«Esperamos que mañana sea mucho mejor», escribió en un tuit.
El lanzamiento de la aplicación parece haber creado un gran
revuelo en El Salvador, en parte debido a un pago de 30 dólares
en bitcoines a cada usuario local que se registre, y a pesar de
las encuestas que muestran que muchas personas desconfían de la
volatilidad de la moneda digital.
En la edición de El Salvador de la App Store de Apple
, Chivo fue la aplicación financiera número uno
descargada el miércoles.
Los minoristas globales que operan en El Salvador aceptaban
bitcóin en algunas tiendas, incluidas McDonald’s y
Starbucks, junto con varios puntos de venta locales.
Bukele, de 40 años, a quien le va bien en las encuestas de
opinión pero ha sido acusado de erosionar la democracia, es un
asiduo a las redes sociales, en las que se apoya para gobernar e
interactuar con la población.
(Editado por Diego Oré)