Todo depende del color de la ducha

Si uno tiene insomnio o está nervioso, nada como una tranquilizante ducha verde. Si está disperso será mejor una ducha celeste, color que favorece la concentración y la meditación. El que esté cansado, mejor que pruebe con la ducha amarilla, energizante. Ante la angustia, es ideal la ducha violeta. Y si hay problemas de circulación conviene la roja.

La ducha cromoterapéutica está de moda hace tiempo, pero en marcas de diseño europeo y spa lejanos. Ahora, la firma local de grifería FV las fabrica y se pueden conseguir, por ejemplo, en Blaisten ( www.blaisten.com.ar ). Por encargo, eso sí.

Sus LED cambian de color y de intensidad con un control remoto a prueba de agua. «Como cada color posee una vibración específica, llegan a determinadas áreas del organismo regularizando problemas físicos o mentales», explican los fabricantes.

Cómo viajar sin valija

Para que ningún equipaje pesado arruine un viaje, llega el vestido multitalle y multiuso bien llamado Houdini. Con mangas largas, sin mangas, cache-coeur, strapless, con escote halter… Sólo alguien muy observador que siga a la usuaria durante 12 días podría adivinar que se trata de un mismo vestido con una docena de posibilidades. Para que funcione habrá que anudarlo con talento y lavarlo seguido (como el género es sintético es trabajo fácil). Cuesta 119 dólares en www.skymall.com . Para argentinos, un 15% más.

Fórmula oriental

La pasión que le ponen los orientales al trabajo tiene una fórmula… vitamínica. O varias. Las compran por cajas en supermercados de la comunidad y toman dosis diarias de 100 ml (una botellita). En la Argentina también. Ahí están, por ejemplo, Bacchus-D (cafeína, vitaminas B1, B2 y B6) y Vita500 (sin cafeína ni conservantes, con vitaminas C y B1). En los dos casos, los ingredientes aparecen en la etiqueta en castellano. Ante cualquier duda habrá que consultar al médico.